Branding
Aranceles Vs. valor marca: ¿Por qué tus clientes te eligen?
Tus clientes eligen tu marca porque encuentran en ella valor, coherencia y una experiencia que justifica cada peso invertido
Laura García / 16-04-2025
En los últimos años, las tensiones comerciales y las medidas proteccionistas han impactado directamente el comercio internacional, y América Latina no ha sido la excepción.
Países como México, Colombia, Brasil y Argentina han visto cómo ciertos productos sufren aumentos en los costos por aranceles impuestos por otras naciones o como respuesta a decisiones políticas internas.
Estas barreras afectan tanto a los grandes exportadores como a los emprendedores que intentan posicionar productos locales en el extranjero.
Situación que ha generado preocupación entre empresas que dependen de la importación de insumos o que exportan productos terminados. Motivos por los que muchos negocios enfrentan el dilema de absorber los costos adicionales o trasladarlos al consumidor.
Pero, algo curioso sucede: a pesar del aumento en los precios, hay marcas que continúan vendiendo con éxito. Esto nos lleva a pensar que hay algo más fuerte que el precio en la mente del consumidor y la respuesta se encuentra en el valor de marca.
Cuando una empresa ha logrado construir una identidad sólida, coherente y emocionalmente conectada con su público, puede resistir los embates económicos y mantenerse como la primer opción, incluso si sus productos son más costosos.
En este artículo, exploramos por qué el valor de marca puede ser más poderoso que los aranceles, y cómo puedes fortalecer esa conexión con tus clientes para seguir siendo elegido.
¿Qué son los aranceles?
Los aranceles son impuestos que los gobiernos aplican a productos importados o exportados. Su objetivo principal es regular el comercio internacional, proteger la industria nacional y, en algunos casos, generar ingresos para el Estado.
Cuando un producto entra a un país y debe pagar un arancel, su precio final suele aumentar, lo que puede hacerlo menos competitivo frente a opciones locales o de países con acuerdos comerciales más favorables. Existen diferentes tipos de aranceles. Los más comunes son:
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Ad-valorem: Se calculan como un porcentaje sobre el valor del producto (por ejemplo, un 15% sobre el precio del artículo).
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Específicos: Se aplican como una tarifa fija por unidad de producto (por ejemplo, 2 dólares por cada kilogramo importado).
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Mixtos: Combinan ambas modalidades.
Los aranceles pueden ser una herramienta económica o política. Por ejemplo, algunos países los utilizan para incentivar el consumo de productos nacionales, mientras que otros los aplican como represalia comercial.
Para las empresas, esto significa enfrentar cambios en los costos de manera repentina, lo que puede afectar sus márgenes de ganancia, su posicionamiento en el mercado y su relación con los clientes.
En un entorno globalizado como el actual, entender los aranceles es clave para cualquier marca que importe materias primas, comercialice productos terminados o dependa de componentes fabricados en el extranjero.
¿Qué está pasando con los aranceles en América Latina?
En los últimos meses, varios países latinoamericanos han enfrentado nuevas políticas comerciales que impactan directamente los costos de importación y exportación.
Las disputas diplomáticas, el fortalecimiento de medidas soberanistas y los cambios en tratados comerciales han derivado en nuevos aranceles para productos clave.
Por ejemplo, sectores como el agrícola, el automotriz, el tecnológico y el de materiales para construcción se han visto especialmente afectados.
Esto ha provocado que muchas empresas latinoamericanas busquen alternativas: desde replantear su cadena de suministro, hasta redefinir sus precios. México, siendo una de las economías más abiertas y con mayor interdependencia con EE.UU., ha sentido con fuerza estos impactos.
Este panorama ha provocado ajustes rápidos en múltiples industrias. Algunas marcas han decidido mantener su volumen de ventas con promociones, descuentos y nuevas presentaciones más económicas. Pero otras,las que han trabajado en construir una marca fuerte, han podido mantener su precio, incluso aumentarlo, sin perder a su consumidor.
El poder de una marca fuerte
Cuando hablamos de valor de marca, no nos referimos solo a un logotipo bonito o a un nombre bien elegido. Una marca con valor tiene una personalidad clara, transmite confianza, representa una promesa y genera lealtad.
Es esa sensación que hace que una persona compre su café favorito aunque cueste más que el de la competencia, o elija una marca de ropa nacional en lugar de una genérica importada, aunque venga con un precio más alto por aranceles.
Los consumidores no solo compran productos. Compran experiencias, emociones, historias. Compran pertenencia, valores, identidad.
Por eso, cuando una marca conecta emocionalmente con su audiencia, los aranceles o los precios dejan de ser el principal factor en su decisión.
Este fenómeno se ve con claridad en sectores como el diseño, la moda, la tecnología y el estilo de vida. Diversas marcas mexicanas han demostrado que la autenticidad, la coherencia y el propósito pueden ser más influyentes que los precios.
Su ventaja competitiva va más allá del producto; se encuentra en todo lo que representan: valores compartidos, identidad cultural y conexión emocional con sus clientes.
¿Cómo afecta esto a las marcas en México?
En el caso específico de México, muchas marcas se enfrentan a decisiones estratégicas delicadas: ¿cómo mantener márgenes de rentabilidad cuando importar materias primas o productos intermedios es más caro? ¿Cómo competir si un producto similar entra al país con aranceles reducidos o si una exportación se encarece y pierde atractivo?
Las empresas que han invertido en construir marcas sólidas tienen un respaldo clave: su reputación.
Una marca bien posicionada puede justificar un aumento de precio argumentando calidad, exclusividad, impacto positivo o tradición. Además, tienen consumidores fieles que comprenden ese valor y están dispuestos a mantener su preferencia, incluso en tiempos difíciles.
Por eso, hoy más que nunca, invertir en una marca ya no es un lujo: es una estrategia de supervivencia y crecimiento.
Una marca fuerte puede resistir crisis económicas, inflación, aranceles y competencia desleal. Puede reinventarse y seguir vigente en la mente del consumidor.
¿Por qué tus clientes siguen eligiéndote?
Hay muchas razones por las cuales un cliente puede seguir eligiendo una marca, incluso si su precio sube o si enfrenta problemas logísticos. Aquí te compartimos las más comunes:
1. Porque confían en ti
La confianza es el activo más valioso que puede tener una marca. Cuando una persona sabe qué esperar de tu producto o servicio, y ha tenido buenas experiencias, es mucho más probable que repita.
La confianza no se construye en un día, pero se mantiene con coherencia, honestidad y entrega constante de valor.
2. Porque les das más que un producto
Una marca que entiende a su audiencia ofrece más que un artículo: ofrece contenido, inspiración, soluciones, entretenimiento o comunidad.
Hoy en día, el consumidor mexicano valora sentirse escuchado, identificado y parte de algo. Si tu marca logra eso, tendrá una ventaja clara frente a las que solo venden.
3. Porque representas sus valores
Cada vez más, los consumidores prefieren marcas que sean sostenibles, responsables, inclusivas, locales o innovadoras. Si tu empresa defiende causas que conectan con tu audiencia, eso genera lealtad.
Especialmente en momentos de crisis, muchas personas prefieren apoyar marcas que reflejan sus valores, aunque el precio sea más alto.
4. Porque estás presente en los momentos clave
Las marcas que se mantienen cercanas y presentes, ya sea en redes sociales, puntos de venta, o colaborando con su comunidad, están mejor posicionadas en la mente del consumidor.
Esto les permite no solo mantenerse relevantes, sino también ser percibidas como parte del día a día del cliente.
¿Cómo fortalecer tu marca en un entorno desafiante?
Aquí te compartimos algunas estrategias que puedes aplicar desde ya para potenciar tu marca y prepararla para cualquier contexto económico:
1. Cuenta tu historia
Una historia auténtica, bien contada, conecta. No necesitas grandes producciones para comunicar de dónde vienes, qué te inspira o qué propósito mueve tu negocio. Usa las redes sociales, tu empaque, tu sitio web y cada punto de contacto para contar esa historia.
2. Invierte en branding profesional
El diseño no es solo estética: es estrategia. Un buen branding comunica lo que eres, lo que representas y te diferencia de la competencia.
Si tu marca aún no tiene una identidad visual clara, coherente y alineada con tu propósito, es el momento de trabajar en ello. En Punto & Chroma te ayudamos a construir tu marca de forma sólida para que conecten y generen valor.
3. Escucha a tu audiencia
Conocer lo que tus clientes piensan, sienten y esperan de ti es esencial. Usa encuestas, lee comentarios, habla con ellos. Las marcas que escuchan, evolucionan.
4. Genera contenido de valor
Educar, entretener o inspirar a tu audiencia es una forma poderosa de mantenerla conectada. Las marcas que publican contenido relevante son recordadas y compartidas. Y eso, a largo plazo, también construye valor.
5. Sé consistente en todos los canales
Tu marca debe verse y sentirse igual en todos lados: redes sociales, empaques, atención al cliente, sitio web, tiendas físicas. Esa coherencia refuerza tu identidad y genera confianza.
Tu marca es tu mejor defensa
Los aranceles, la inflación y las tensiones comerciales seguirán cambiando. Pero tu marca, si está bien construida, puede ser tu mayor escudo ante cualquier crisis. Las empresas que entienden esto ya no compiten solo por precio, sino por la percepción, la experiencia y la conexión con sus consumidores.
En Punto & Chroma, sabemos que el branding no es un lujo, es una necesidad estratégica. Por eso, acompañamos a marcas mexicanas y latinoamericanas en su proceso de consolidar su identidad, proyectar su valor y ser relevantes, sin importar los vaivenes del mercado. Porque al final del día, tus clientes no solo compran lo que haces, compran quién eres.
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